Innovación fotográfica del pasado y el futuro de la serie S: Un recorrido desde el Galaxy A7 hasta los rumores del S26

No fueron los gigantes de la familia S ni los Note los encargados de introducir la configuración de triple cámara en el ecosistema de Samsung, sino que ese estreno llegó de la mano de la serie A. Haciendo un poco de memoria, el Samsung Galaxy A7 (2018) aterrizó en el mercado para cerrar el último trimestre de aquel año con una característica que, por entonces, resultaba sumamente llamativa. Con una disposición vertical que recordaba al Huawei P20 Pro, este equipo sacó pecho en el apartado fotográfico integrando tres sensores posteriores. Aquello pudo ser un refuerzo para la gama media o quizás una declaración de intenciones sobre lo que vendría después, pero lo cierto es que el A7 también sorprendió con una ubicación atípica para el lector de huellas, situándolo en el lateral, una apuesta de diseño que rompió esquemas en su momento.

El legado técnico del A7 y su apuesta fotográfica

En cuanto a sus especificaciones, el A7 de 2018 se presentó con variantes de 4 y 6 GB de RAM, ofreciendo hasta 128 GB de almacenamiento interno, cifras respetables para su segmento. En su interior latía un procesador de ocho núcleos, un Exynos de gama media que movía con soltura el sistema Android 8.0. Su pantalla Super AMOLED de 6 pulgadas con resolución FHD+ era algo más grande que la de su antecesor, aunque curiosamente integraba una batería de menor capacidad, quedándose en los 3.300 mAh frente a los 3.600 mAh del modelo previo. Sin embargo, el cambio más comentado fue ese lector de huellas lateral al estilo Sony, algo que también se vio en el Galaxy J6+.

La verdadera apuesta de este terminal residía en su sistema de cámaras. El triplete estaba formado por una lente principal de 24 megapíxeles con apertura f/1.7, un gran angular de 8 megapíxeles (f/2.4) y un tercer sensor de 5 megapíxeles (f/2.2) dedicado a la profundidad. Esta combinación buscaba mejorar el famoso modo retrato, utilizando la técnica de pixel binning en el sensor principal para combinar cuatro píxeles en uno y lograr mejores fotos con poca luz. Además, la lente de 120 grados prometía un ángulo de visión similar al del ojo humano, todo apoyado por inteligencia artificial para la detección de escenas. En el frente, los 24 megapíxeles con flash LED aseguraban buenas selfies incluso en condiciones lumínicas adversas.

Mirando al futuro: Lo que se dice del Galaxy S26

Saltando de esa innovación de 2018 al presente, los rumores sobre la próxima generación de buques insignia de Samsung ya están circulando con fuerza. Aunque todavía no sabemos si la línea Galaxy S26 llegará en enero o febrero, tenemos una idea bastante clara de qué esperar gracias a diversas filtraciones que apuntan a competir directamente con el iPhone 17. Una de las particularidades de la firma surcoreana es el uso de distintos procesadores según la región, y todo indica que esta tendencia se mantendrá el próximo año.

La batalla de los procesadores y la autonomía

Según reportes recientes, Samsung planea utilizar su propio chipset Exynos 2600 en Corea del Sur, mientras que para el resto de los mercados se espera una versión optimizada del Qualcomm Snapdragon 8 Elite Gen 5. A menos que uno se encuentre en tierras coreanas, es muy probable que los usuarios disfruten de la última tecnología de Qualcomm en su Galaxy S26, aunque históricamente Europa también ha recibido chips Exynos. Se dice que el Exynos 2600 será una alternativa realmente potente, lo cual marcaría un hito importante para el silicio desarrollado por la propia compañía, que no ha estado presente en los modelos Ultra desde 2022.

En el apartado energético, el Galaxy S26 Ultra podría romper finalmente la barrera de los 5.000 mAh que ha mantenido durante seis generaciones. Las filtraciones sugieren una batería de 5.200 o 5.300 mAh. Si bien no es un aumento descomunal comparado con otras marcas, garantizaría que el S26 Ultra sea el Galaxy con mayor duración hasta la fecha. Por su parte, el modelo base S26 recibiría un incremento hasta los 4.300 mAh, superando en capacidad a las propuestas actuales de Apple.

Cámaras refinadas y carga magnética

Si bien el S25 Ultra ya es una potencia en fotografía, el S26 Ultra podría traer mejoras sutiles pero importantes. Se espera que mantenga el sensor principal de 200 MP y el ultra gran angular de 50 MP, pero el teleobjetivo de 10 MP podría actualizarse a 12 MP. Esta misma mejora en el teleobjetivo podría llegar a los modelos S26 y S26 Plus estándar, mejorando las capacidades de zoom en toda la familia.

Sin embargo, una de las noticias más interesantes tiene que ver con la carga. Se rumorea que el S26 Ultra soportará carga cableada de 60W y una carga inalámbrica de 25W. Pero lo que realmente podría cambiar el juego es la posible inclusión de carga magnética integrada en toda la línea S26. Samsung estaría trabajando en su propia base y fundas con carga inalámbrica Qi2, lo que sugiere que los imanes podrían venir incorporados en el dispositivo, eliminando la necesidad de accesorios de terceros para disfrutar de esta tecnología.

Diseño y pantalla en el modelo base

Finalmente, el Galaxy S26 estándar parece que recibirá mejoras que lo harán un competidor más digno en el mercado. Se habla de una pantalla AMOLED ligeramente más grande, pasando de 6.2 a 6.3 pulgadas, alineándose con sus competidores directos. Además, el equipo sería notablemente más delgado, con un grosor de solo 6.9 mm, y Samsung podría seguir el ejemplo de otros fabricantes aumentando el almacenamiento base a 256 GB. Son cambios que, aunque no parecen revolucionarios a primera vista, refinan la propuesta de valor de un equipo que busca mantenerse vigente en la gama alta.